miércoles, 19 de noviembre de 2008

OPINION PERSONAL

Mi opinión personal, se fundamenta no solo en criticar los actuales centros penitenciarios así como su funcionamiento y leyes, sino también en criticar las actuales intervenciones que allí se dan.


Simplemente Revisando las actuales estadísticas de reincidencia penitenciaria, uno llega a la certera conclusión de que actualmente no se logra ningún tipo de reinserción de los presos, y esto, solo puede ser por dos motivos:


- o el principal interés del ministerio del interior no es el de reinsertar a los individuos
- o el funcionamiento de dichos centros penitenciarios no es minimamente eficaz.


Ante una tan penosa gestión por parte del ministerio del interior y del centro general de prisiones y centros penitenciarios, no resulta difícil pensar que el principal objetivo no sea la reinserción social, ya que hablamos de una de la Ley de Enjuiciamiento Criminal de 22 de Abril de 1980, que amplió las posibilidades de decretar la prisión provisional sin limitar prácticamente su duración…infracción de los principios básicos reconocidos internacionalmente en el tribunal europeo de derechos humanos (Presunción de Inocencia).


Aún con todo ello, y fundamentándonos en otro articulo de esta misma ley orgánica penitenciaria: ‘’Las instituciones Penitenciarias reguladas en la presente ley tienen como fin primordial la reeducación y la reinserción Social de los sentenciados a penas y medidas penales privativas de libertad”, podemos llegar a la clara concusión de que actualmente se da un ineficaz funcionamiento de los centros penitenciarios.


Creo que todo el mundo (o la mayoría al menos) se ha dado cuenta de que la prisión tal y como la conocemos hoy en día, no es la solución a la marginación y exclusión social, pero ya no solo por l@s pres@s, sino también por sus familias (mujeres, madres, hijos…)


Hablamos de unas condenas impuestas directamente a unos presos, y que condenan indirectamente a sus familias, ningún ser humano tiene derecho a privar de libertad a otro ser humano, y aún menos cuando los objetivos de dicha privación de libertad ni siquiera se cumplan (la inserción y/o reeducación de éstos).